África es por, mucho, uno de los continentes con mayor cantidad de minerales. Tiene una diversidad cultural inimaginable, además de ser el hogar de especies que jamás podrán encontrarse en otra parte del mundo. Pero también es un sitio en donde abundan la pobreza y los conflictos bélicos.
Al ser el último continente en descolonizarse, tras la llegada de las potencias europeas a sus tierras, los procesos de independencia fueron abruptos. Esto ocasionó que numerosos grupos, etnias y poblaciones fueran arrojados a diversos sitios, debido a la demarcación de territorios de manera arbitraria.
Todo esto ocurrió durante el siglo XX. En los años después de la Segunda Guerra Mundial, las batallas que se libraron en el continente negro fueron muchas, con genocidios y masacres incluidos. Pero a pesar de que han pasado varias décadas de ello, en África se siguen manteniendo guerras que para el resto del mundo parecen olvidadas.
El genocidio de Ruanda
La matanza entre las etnias hutus y tutsi fue uno de los escenarios más descabellados que se han vivido tras las guerras mundiales. Ocurrió entre abril y julio de 1994. Sin embargo, el problema aún se mantiene con ataques puntuales y violencia entre ambos grupos.
En aquel entonces, había tensiones entre ambos grupos, con luchas por parte de guerrillas. Lo que desató el genocidio fue el asesinato del presidente Juvenal Habyarimana, de origen hutu.
Si bien no estuvo claro quién envió los misiles que derribaron su avión en el que viajaba con el presidente de Burundi, lo cierto es que los hutus culparon a los tutsi y mataron a la primera ministra del país, comenzando una escalada de violencia.
Las cifras de muertos se ubican entre 500 mil y 2 millones.
Luchas por países
El problema racial de Ruanda se sigue manteniendo en otras naciones. No obstante, en muchos casos las guerras se han extendido a países vecinos, ocasionando los conflictos actuales.
La República Democrática del Congo es muestra de ello. Se trata de una guerra que ha cobrado más de 4 millones de muertos, y en la que intervienen naciones como Ruanda y Uganda, además guerrillas. A esto se suma la lucha por obtener las riquezas congoleñas, como diamantes y coltán, en las que se benefician buena parte de las naciones y empresas de occidente.
En Uganda el problema también es propio, con el surgimiento de guerrillas que atacan buena parte del país para eliminar al gobierno actual. En Sudán del Sur existe una guerra civil que comenzó en 2013. Al igual que los casos anteriores, las luchas se originaron porque guerrillas amadas intentan deshacerse de presidentes opresores.
La República Centroafricana comenzó su guerra civil también en 2013. Si bien se firmó la paz en 2015, los grupos violentos aún mantienen algunos enfrentamientos.
Nigeria, Somalia y Libia
A Nigeria la ha azotado el grupo terrorista Boko Haram desde 2002. Este país es el más poblado de toda África. No obstante, la presencia de este grupo violento ha ocasionado el desplazamiento de casi 2 millones de nigerianos. Dentro de sus acciones destaca el secuestro de niños.
Somalia tiene un conflicto desde su independencia. Su actual gobierno no controla a la mayor parte del país. La presencia de guerrillas de corte islamista, además de la sequía son causa de grandes conflictos y miles de fallecidos.
Libia es un caso particular. Tras ser derrocado su presidente, Muamar el Gadafi, el control del país se dividió entre diversos grupos armados, lo cual genera una gran violencia. Si a eso se suma que es el país al cual viajan los migrantes para luego pasar a Europa, entonces el panorama es peor.
Índice