Cómo será el futuro de la población en España

Uno de los aspectos que más preocupa a las organizaciones gubernamentales, además de instituciones dedicadas al desarrollo económico y social, es el futuro de la población en España.

Para los analistas, este no es el más adecuado. España es, junto a Italia, Portugal o Japón, uno de los países con una proyección para el envejecimiento de su población muy pésima.

Las cifras son realmente alarmantes: de seguir así, se estima que para 2100 la mitad de la población actual no exista y, con ella, dos tercios de aquella que se mantiene activa. El estudio que muestra estos resultados no incluye a los flujos migratorios, ni la tasa de mortalidad actual. Todo pasa por el envejecimiento.

Una población inactiva

Para quienes se encargan de evaluar este tipo de situaciones, la situación es crítica. Solamente en el 2050, España ocupará el segundo lugar en población inactiva, producto de su envejecimiento. El primer puesto es para Japón.

Una población inactiva

Esta inversión de la pirámide demográfica, en la que la mayor parte de los españoles serán ancianos, puede ilustrase con el siguiente dato: de cada cien residentes de España en 2050, 77 serán mayores de 65 años.

El problema no solo radica en el envejecimiento propiamente, sino en lo que esto conlleva: mayor inactividad, menor producción, mucha más dependencia extranjera.

Futuro económico incierto

Al contar con residentes envejecidos, las empresas no podrán funcionar de la misma forma que lo harían con una fuerza de trabajo mucho más joven. De hecho, una de las alternativas que se proyectan como respuesta a este problema es el aumento de la edad para jubilarse.

Si se compara con el resto de las naciones europeas, España tendría uno de los crecimientos más lentos. Estaría a la par de países como Italia, Grecia o Portugal, los cuales, si bien poseen este mismo problema, no lo padecen al nivel español.

Futuro económico incierto

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), fue uno de los primeros en advertir esta problemática en 2017. Luego se siguió el banco UBS, señalando el oscuro panorama financiero para la nación.

El envejecimiento se proyecta de esta manera: hace 40 años, la población vieja de España era de 19 %; en 2015 era de 30,6 %. En 2050 será de 53,2 %. Esto lo situaría nuevamente por debajo de Japón en la tasa de dependencia.

Incluso este problema repercute en los procesos de desarrollo que mueven a un país: emprendimientos, relevo en sectores empresariales, avances tecnológicos, poca innovación, etc.

Escasa natalidad y crecimiento de las ciudades

El problema de la natalidad es una de las principales causas del envejecimiento de la población en España. Hoy en día las parejas prefieren postergar el traer hijos al mundo, además de que muchas optan por no hacerlo.

Hace aproximadamente 40 años, los primeros partos en las mujeres se registraban a los 25 años de edad; en los hombres esta cifra estaba a los 31 años. Hoy en día, para las madres comienzan a dar a luz a los 31 y los varones a los 34.

Escasa natalidad y crecimiento de las ciudades

Otro aspecto que repercute es el crecimiento de las ciudades y el abandono de las zonas rurales o el campo. Las primeras ofrecen ritmos de vida acelerados, en los que la reproducción pasa a un último plano. La inversión de la pirámide demográfica es prácticamente un hecho.

Como recomendaciones, los mismos expertos que señalan el problema, creen que se debería crear un mejor flujo migratorio interno, además de establecer políticas correctas para el externo. Además, se debería diseñar planes para el incremento de la natalidad dentro del territorio español.

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